El flujo de caja libre a la empresa, o FCFF por sus siglas en inglés, es un concepto con el que todos los banqueros de inversión deben estar familiarizados.
De hecho, cualquiera que haya tenido la oportunidad de trabajar en banca de inversión puede dar fe de ello: apenas pasa un día sin que te enfrentes al FCFF, y no es una exageración, porque es un concepto clave para calcular las valoraciones.
Es un tema clave sobre el que se le preguntará en la entrevista y que le acompañará a lo largo de toda su carrera en finanzas. Por tanto, es importante dominar el FCFF a la perfección. Es cierto que ya lo hemos tratado en nuestro artículo sobre los métodos de valoración, pero sólo en la superficie. En este artículo, nos ponemos manos a la obra y estudiamos a fondo el FCFF.

¿Qué es el flujo de caja libre para la empresa (FCFF)?
Definición de FCFF
El flujo de caja libre para la empresa es el flujo de caja disponible para todos los inversores de una empresa. En otras palabras, el FCFF remunera a todos los proveedores de capital y deuda.
El flujo de caja libre para la empresa es la cantidad de efectivo disponible procedente de las operaciones de una empresa, una vez contabilizadas la depreciación y la amortización, los impuestos, los cambios en el capital circulante y los gastos de capital. El FCFF es, por tanto, uno de los indicadores financieros más importantes a la hora de evaluar el valor de una empresa o un proyecto.
Fórmulas de flujo de caja libre a la empresa
El FCFF se calcula del siguiente modo:
Flujo de caja libre para la empresa = EBIT * (1-Impuesto) + Amortizaciones – Variaciones del capital circulante – Gastos de capital.
Desglose de la fórmula de la FCFF
En esta sección analizaremos en profundidad la fórmula del FCFF:
- Beneficios antes de intereses e impuestos («EBIT» en la jerga): El EBIT no es ni más ni menos que el beneficio de explotación de una empresa. Sirve para medir la rentabilidad operativa de una empresa, es decir, su capacidad para generar un beneficio justo a partir de su actividad de explotación. Por eso lo llamamos «Beneficios antes de intereses e impuestos». En el nivel EBIT de la cuenta de resultados, la empresa aún no ha devuelto sus impuestos e intereses. Más concretamente, el EBIT no tiene en cuenta en absoluto las actividades fiscales, financieras y excepcionales de la empresa. El EBIT se obtiene restando las Depreciaciones y Amortizaciones del EBITDA (Beneficios antes de intereses, impuestos, depreciaciones y amortizaciones).
- (1-Impuesto): en la medida en que el FCFF pretende aislar la rentabilidad que obtendrán todos los inversores de una empresa, es importante eliminar el impuesto al que está sujeta la empresa. En efecto, ¿qué sentido tiene mostrar una «rentabilidad» a un inversor si aún no se han deducido los impuestos? Cualquier inversor que se precie querrá saber cuánto puede embolsarse realmente. De ahí la importancia de incluir el pago de impuestos en la fórmula del FCFF. De este modo, se puede calcular el Free Cash-Flow to Firm después de impuestos (FCFF).
- Depreciación y amortización (abreviado como «D&A» y pronunciado «di ene éille» para no sonar como un novato en la oficina): la depreciación o amortización de un activo es un asiento contable diseñado para repartir el coste de adquisición de un activo a lo largo de varios años. La depreciación y la amortización son gastos que no repercuten en la tesorería de una empresa. Cuando se adquiere un activo, se gasta el dinero necesario para comprarlo y, de acuerdo con las normas contables vigentes, hay que amortizarlo para tener en cuenta su desgaste a lo largo del tiempo en la contabilidad. La empresa no recurrirá a su tesorería para pagar esta amortización. De hecho, son las ventas de la empresa las que absorberán este gasto ficticio. En resumen, su tesorería le permite adquirir un activo cuya amortización será soportada por las ventas de su empresa.
Ejemplo: estamos en 2020, acabas de montar un negocio de reparto y necesitas una furgoneta para empezar. Compras la furgoneta por 20.000 euros. Desde el punto de vista de la tesorería, acabas de gastar 20.000 euros en efectivo. Puedes poner en marcha tu negocio y empiezas a generar ventas. Como un activo es algo que pierde valor con el tiempo, tendrás que reflejar esta pérdida de valor en las cuentas. Por eso registrarás la depreciación. Imaginemos que esta furgoneta es amortizable en 10 años, por lo que su depreciación anual será de 2.000 euros. A 2.000 euros al año, la furgoneta valdrá 0 euros en las cuentas de la empresa en 2030.
En conclusión, su flujo de caja ha disminuido en 20.000 euros en 2020, pero se mantendrá al mismo nivel durante los próximos 10 años. La depreciación de sus activos se registrará como un gasto en su cuenta de resultados y reducirá directamente sus ventas sin afectar a su flujo de caja. Por eso la depreciación y la amortización son gastos no monetarios.
Nota: La depreciación y la amortización son dos asientos idénticos, pero no se refieren al mismo tipo de activo. La amortización se refiere a los activos inmateriales (por ejemplo, una patente), mientras que la depreciación se aplica a los activos materiales (por ejemplo, un vehículo).
Por lo tanto, al calcular el FCFF, como los gastos de D&A son gastos que no afectan a la tesorería generada por la empresa, es muy importante volver a añadirlos. Por eso los añadimos a nuestro EBIT gravado en la fórmula del Free Cash-Flow to Firm.
- Cambios en el capital circulante : el capital circulante de una empresa es la diferencia entre su activo circulante (es decir, existencias y créditos comerciales) y su pasivo circulante (es decir, créditos comerciales, impuestos, seguridad social y otras deudas no financieras). En resumen, el capital circulante es la necesidad de financiación a corto plazo de una empresa. Mide las salidas y entradas de tesorería.
Ejemplo: usted es una empresa dedicada al comercio al por mayor y, más concretamente, a la compraventa de productos electrónicos. Usted compra sus productos a su proveedor por 100 euros, que le impone un plazo de pago de 30 días. Por otro lado, vende los mismos productos a sus clientes por 200 euros, que le pagan en un plazo de 60 días. En otras palabras, cuando tenga que pagar la factura de su proveedor, necesitará 100 euros en efectivo porque sus clientes no le pagarán los 200 euros hasta el mes siguiente.
Por lo tanto, para aislar el rendimiento que obtendrán los inversores de una empresa, es aconsejable eliminar las variaciones del Capital Circulante en la fórmula del FCFF. Tenga en cuenta también que la suma de las variaciones del capital circulante debe ser igual a cero en la fórmula del FCFF. Si no es así, es probable que la fórmula sea incorrecta.
- Gastos de capital (o «CAPEX»): Los CAPEX representan los gastos de inversión de una empresa que le permiten financiar, mejorar o mantener sus activos fijos (ejemplos de CAPEX: maquinaria, propiedades, patentes, software, etc.). Por ejemplo, si una empresa decide instalar paneles solares en los tejados de sus fábricas, este gasto se considerará un CAPEX. Así pues, para determinar la rentabilidad que obtendrán todos los inversores de una empresa, es esencial eliminar los CAPEX de la fórmula del FCFF.
Los gastos de capital no deben confundirse con los gastos de explotación («OPEX»), que se refieren a los gastos operativos de una empresa (por ejemplo, alquileres, salarios, etc.).
Utilización de la FCFF
El flujo de caja libre para la empresa desempeña un papel muy importante en la vida de una empresa o proyecto:
- El FCFF es el flujo en el que se basa toda la valoración de una empresa o proyecto utilizando el enfoque DCF (Flujos de Caja Descontados). El modelo DCF consiste en estimar el valor futuro de los FCFF de una empresa o proyecto y, a continuación, descontarlos para obtener su valor actual. Tenga en cuenta que los DCF deben descontarse utilizando el coste medio ponderado del capital (WACC).
- Sirve como indicador de inversión, ya que muestra si la empresa es capaz o no de generar flujo de caja en beneficio de sus inversores de capital y deuda.
- Para algunas empresas, el FCFF es un criterio de inversión en sí mismo que debe respetarse a la hora de construir nuevos proyectos.
Interpretaciones de la FCFF
El FCFF puede interpretarse de distintas maneras en función del resultado obtenido.
Cuando el flujo de caja libre para la empresa es positivo
Cuando una empresa es capaz de generar un FCFF positivo, significa que es capaz de generar un superávit de tesorería después de todos sus gastos de capital (CAPEX) y gastos de explotación (OPEX). Un FCFF positivo es una señal tranquilizadora para un inversor.
Cuando el flujo de caja libre para la empresa es negativo
Cuando el FCFF de una empresa es negativo, significa que es incapaz de hacer frente a sus CAPEX y OPEX. La empresa no ha sido capaz de generar ingresos suficientes para cubrir sus gastos de capital y de explotación. Obsérvese que, en el caso de la construcción de determinados proyectos o empresas, el FCFF puede ser negativo durante varios años tras el inicio de la actividad. Sin embargo, normalmente el FCFF debería ser positivo a largo plazo. Si el FCFF es negativo, la empresa debe realizar análisis en profundidad para averiguar el origen del problema y hacer los ajustes necesarios.
FCFF (Free Cash Flow to Firm) vs. FCFE (Free Cash Flow to Equity)
Sin duda se habrá topado con él en el transcurso de sus diversas lecturas financieras: FCFE (Free Cash-Flow to Equity). FCFF y FCFE son dos conceptos ligeramente diferentes que no deben confundirse. A modo de recordatorio, el FCFF es el flujo de caja que remunerará a todos los inversores de una empresa, mientras que el FCFE es el flujo de caja que remunera únicamente a los inversores de capital. A diferencia del FCFF, que debe descontarse utilizando el WACC, el FCFE debe descontarse utilizando el CoE (Coste de los Fondos Propios).
Para más información, la fórmula FCFE a continuación:
FCFE = FCFF – Gastos por intereses + Ampliación de capital – Reducción de capital + Nuevos empréstitos – Amortización de la deuda